viernes, 4 de octubre de 2019

LA INMENSIDAD SANTISIMA

Imaginemos que hubiéramos nacido en tiempo de Jesucristo y hubiéramos coincidido con El, solo un día y en ese día hubiéramos andado 20 minutos y escuchado sus palabras 10 minutos. Cómo en los evangelios no está todo lo que dijo, seguramente hubiéramos escuchado cosas diferentes. Nuestro corazón se hubiera llenado de alegría al ponderar lo que había dicho, y aunque después se hubiera decidido no incorporarlo a los evangelios para mí sería importantísimo porque vi como esas frases y su significado salia de los labios de Jesús, mi gozo duraría hasta el fin de mis días, reflexionaría continuamente por haber visto la faz y la estampa de Jesucristo, cómo se movía cuando se expresaba, cómo gesticulaba, la intención de sus palabras, en fin es lo más importante y mayúsculo que le puede ocurrir a un hombre. Solamente ponderando cada detalle de ese encuentro, tu sabiduría llegaría a límites desconocidos para la humanidad.



Lucas 2-51 (Jesús) "bajo con ellos y vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón". 

Ahora vamos a contar minuciosamente el tiempo que pasó María con Jesús. De bebé hasta los 10 años casi todo el día, y durante el resto hasta los 30 años vamos a ponderar los tiempos donde converso con El: 20 minutos en el desayuno, 40 minutos en la comida, durante el atardecer después del estudio o del trabajo 30 minutos, durante la cena 40 minutos y 20 minutos antes de ir a dormir. Seguramente durante los fines de semana seria mas tiempo (ademas de la niñez) de conversación pero por si la comida no se hacía porque Jesús y San José no venían del trabajo, se compensa con ese tiempo.  Bien, vamos a contar las horas que nos da durante 30 años: son 27.375 horas que la Virgen María mantuvo conversación y escucho a Jesucristo. Ahora vamos a contar la horas de espera de María para hablar y escucharlo, nosotros hemos dicho que fueron 20 minutos que tardamos en dirigirnos a donde Jesús estaba para escucharlo, si se duerme 8 horas, quedan 16 y restándole 2 horas y media que hemos contado de conversación nos da durante 30 años: 147.825 horas que María estuvo esperando, ponderando y que sabía con seguridad que conversaría con su hijo Jesús.
Y añadiendo a todo esto, lo más importante, fue madre de El y vio su pasión porque estuvo a los pies de la cruz.

Este análisis nos demuestra que la persona que más sabe del mundo, a años luz de nosotros ( 10 minutos lo escuchamos y vimos), es María. Solamente está por encima de este conocimiento, Dios Padre y el Espíritu Santo

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